En estos días en los que vivimos una pandemia mundial debida al coronavirus COVID-19 ha surgido la noticia de como se predijo con una insólita precisión el origen de la pandemia y el año en el libro Los ojos de la oscuridad del escritor Dean Koontz.
El libro se publicó en 1981 con el título original The Eyes of Darkness y como todos los del autor tuvo éxito, no en vano Koontz ha colocado más de 15 libros en los rankings de los más vendidos de la lista del medio The New York Times. En el libro se menciona un virus creado por China y al que llaman Wuhan-400. El virus recibe es nombre ya que, según el autor, en Wuhan están los centro de investigación del país asiático y la aparición del mismo se sitúa en el año 2020. Unas predicciones asombrosas.
La Editorial RBA que ahora tiene derechos de edición de este libro lo saca a la venta reeditado a primeros del mes de abril de 2020.
Un lector de California, Nick Hinton, fue el primero que lanzó el mensaje en su cuenta de Twitter con unas fotos de los pasajes del libro subrayados. El mensaje corrió como la pólvora, saltó a otras redes como Facebook y se extendió por todo el planeta.
Sin embargo otros usuarios añadieron otro párrafo de un libro llamado El Fin de los Días escrito por Sylvia Browne en 2008. En esa obra se decía lo siguiente
Alrededor de 2020 una enfermedad grave similar a la neumonía se esparcirá por el planeta, atacará los pulmones y los bronquios y será resistente todos los tratamientos conocidos. Casi más desconcertante que la enfermedad en sí será el hecho de que se desvanecerá de pronto, tan velozmente como llegó, para atacar una vez más diez años más tarde, y entonces desaparecer completamente.
La propia autora afirma que tiene poderes que le dan clarividencia y la verdad es que se acerca mucho a lo que ha sido la realidad de este virus. Todos deseamos que la segunda parte de su predicción, la repentina desaparición de la pandemia, se cumpla lo antes posible.
La precisión de la escritora no desmerece en absoluto el trabajo de Dean Koontz y que elige Wuhan como origen de la epidemia. Según la obra de Koontz el virus tenía una mortalidad del 100% y atacaba al tejido cerebral con una toxina con lo cual todas las funciones del organismo se veían afectadas. También destacaba la inmediatez del efecto, los pacientes no vivían más de 24 horas una vez infectados.
Sin embargo en este nuevo coronavirus llamado Covid-19, la mortalidad es del 1,2%. Este porcentaje parece pequeño pero su tasa de contagio es mayor que la de la gripe y se extiende rápido. Los problemas respiratorios que causa y el volumen de pacientes en poco tiempo hace que se colapsen los sistemas sanitarios y muchas personas fallecen por falta de atención.
La sintomatología del virus es muy variada, a veces se manifiesta con fiebre, tos seca y dificultades respiratorias. En otros casos se pasa como un resfriado leve. En los casos graves desencadena una neumonía que se puede complicar en una enfermedad respiratoria, fallo de los riñones y el fallecimiento.
Últimas noticias sobre el origen del COVID-19
Algunos médicos y científicos están poniendo sobre la mesa la posibilidad de que el COVID-19 tuviera su origen realmente en el laboratorio de investigación situado cerca de Wuhan y su propagación sea debido a un error de seguridad, es decir, uno o varios empleados que se contagian accidentalmente.
El 17 de abril el premio Nobel francés Luc Montagnier, que fue codescubridor del virus del sida (VIH), explica precisamente los mismo que se dice en el libro Los Ojos de la Oscuridad, que el coronavirus es un accidente del laboratorio de alta seguridad de Wuhan. Según explica el científico, el virus SARS-CoV-2 sería fruto de las pruebas realizadas para lograr una vacuna contra el virus del sida. Para ello argumenta la presencia de elementos del VIH en el genoma del nuevo virus además de otros «parásito de la malaria», según lo que ha explicado en las entrevistas a Fréquence médicale y Pourquoi Docteur. También ha explicado la misma teoría en la cadena Cnews. Considera que el COVID-19 tiene unas características que no son naturales.
