El legado del Circo Raluy, un nombre sinónimo de tradición y arte circense, se ha visto marcado por la vida y obra de Rosa Raluy, quien nació en Blackpool, Reino Unido, el 26 de septiembre de 1972. Su nacimiento coincidió con una temporada crucial para su familia, ya que su padre, Carlos Raluy, y su madre, Rosemarie Chy, decidieron ese año dejar de actuar para terceros y establecer su propio circo. El Circo Moscova, más tarde renombrado como Circo Raluy, inició su andadura en Portugal, marcando el comienzo de una era nueva para la familia Raluy.
Desde temprana edad, Rosa estuvo inmersa en el mundo del circo. A los 8 años, debutó en la pista como acróbata con la troupe de su madre, los Chy Bao Guy. Su formación fue intensa y diversa, incluyendo danza desde su infancia y participando en el Ballet de Baile Español a los 13 años. Destacó rápidamente en varias disciplinas como la Suspensión Capilar a los 16 años y el Monociclo a los 19, además de presentar actos de Adagio en pareja, percha y Hula Hoops.
Rosa no solo heredó la habilidad artística de sus padres, sino también su pasión por las antigüedades y un amor incondicional por el circo. Esta mezcla de pasiones se refleja en sus espectáculos, que combinan la majestuosidad del circo antiguo con innovaciones contemporáneas. Rosa ha sido una figura clave en la evolución del Circo Raluy, asegurando que su legado familiar no solo perdure, sino que también prospere en nuevas direcciones artísticas.
En 2019, Rosa lanzó un nuevo espectáculo bajo la carpa del Teatro Circo Rosa Raluy, denominado «Vekante» —un término en Esperanto—, que fue premiado con el Premio Zirkolika al Mejor Espectáculo de Circo de ese año. Este espectáculo fue una prueba de su habilidad para integrar elementos contemporáneos dentro del marco clásico del circo, recibiendo aclamación crítica durante su visita a la Feria de Girona.
El impacto de Rosa en la comunidad circense se hizo aún más significativo tras el fallecimiento repentino de su padre, Carlos Raluy, el 23 de noviembre de 2019 en Barcelona. La pérdida de Carlos fue profundamente sentida, tanto a nivel personal como profesional, ya que fue él quien había guiado a la familia hacia el estrellato en el mundo circense. Con su marido, William Giribaldi, y sus hijas, Kimberley y Jillian, Rosa continúa al frente del Circo Raluy, asegurando que el circo más representativo de Cataluña y de España mantenga su posición prominente en la cultura y el arte.
La vida de Rosa Raluy es un testimonio del poder de la tradición familiar, mezclada con la innovación continua. En cada función, el Circo Raluy no solo cuenta una historia de entretenimiento y habilidad, sino también una de evolución y legado, donde cada generación construye sobre la base de la anterior, llevando el circo a nuevas alturas y asegurando su lugar en el futuro del espectáculo. Actualmente la gira del Raluy se lleva a cabo en localidades del interior como Zaragoza y Logroño para llegar hasta Burgos.