Una cara bien cuidada nos hace sentir bien
La cara es nuestra presentación hacia los otros y sin decir nada, nuestro rostro es capaz de comunicar muchas cosas sobre nosotros. Desde nuestro rostro podemos expresar todas las emociones posibles; estrés, malestar, tristeza o felicidad.
Nuestra autoestima depende de la percepción que tenemos de nosotros mismos. El rostro, al ser lo primero que vemos en el espejo, puede menoscabar nuestra salud emocional o, por el contrario, irradiar bienestar y cuidado.
Desafortunadamente, el estrés se proyecta en el rostro causando arrugas, falta de brillo, manchas o flacidez. La nueva tecnología en cuidado facial permite tener una cara bien cuidada, a través de brumas hidratantes, que potencian la regeneración celular, por lo que se pueden revertir los efectos comentados anteriormente, inhibiendo la acción del cortisol en la piel, además de protegerla de la luz azul.
Otra respuesta física del cuerpo que se afecta a todos los rostros es el envejecimiento. Envejecer es un proceso natural que causa flacidez, marcas de expresión y arrugas. Aun así, estos efectos pueden retardarse y ser mejorados gracias a un sérum natural facial, creado a base de una biotecnología marina y cuyos compuestos provienen de cultivos celulares.
El cuidado facial es una práctica de autocuidado muy recomendada. Es un momento de ti para ti. Te obliga a parar, cuidarte, mirarte en el espejo y tener unos minutos de relax que, además, si se convierte en un hábito prolongado en el tiempo, puede otorgar no solamente beneficios físicos, sino también psicológicos.
El ritmo vorágine de vida actual, la exposición al sol y a la luz azul está afectando cada vez más al cuerpo humano y especialmente a la piel de la cara. Los expertos se han dado cuenta de las nuevas necesidades en cuanto al cuidado de la piel y se está implantando nueva tecnología para reparar los daños causados y prevenir nuevos daños futuros.
El uso de productos que sean respetuosos con el ecosistema de la piel es clave para conseguir una piel sana. En la piel conviven infinidad de microorganismos que forman el microbioma. La piel no es uniforme, ni todas las zonas del rostro son aptas para todo tipo de productos. Es de gran importancia que los productos sean aptos para todo tipo de pieles, diseñados específicamente para mejorar el microbioma y no dañarlo en ningún caso.
Finalmente, cabe señalar que la tecnología en el cuidado facial no puede ser a costa de procedimientos que dañen al medioambiente o a los animales. Preferiblemente, es mejor usar productos que sean eficaces, seguros y en los cuales se priorice la sostenibilidad y se informe de forma totalmente transparente.
Todos merecemos poder cuidar nuestra piel con los mejores productos, sabiendo cuál es el efecto que podemos esperar de ellos, en nuestra piel y en nuestro planeta.